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Cartas de piel y hueso
Las hay largas, cortas, con sellos, sobres, con papel cuadrículado, rayado, etc. Las mías llevan nombres de personas.
Las hay largas, cortas, con sellos, sobres, con papel cuadrículado, rayado, etc. Las mías llevan nombres de personas.
En un mundo cada vez más cambiante, nuestro entorno puede hacernos cambiar la forma en la que nos vemos. Un recuerdo de mis días grises, cuando parecía que la luz se había acabado.
¿Porqué decidí escribir en un blog parte de mi vida? A veces las razones se escapan a la comprensión de las estadísticas y ninguna analítica lo podría comprender.
Pequeños instantes de aquellos que a veces solo hacen eco a un corazón con muchas memorias abstractas mezcladas
Una canción de Fito Paez sonaba en mi reproductor de música. Spotify me dejaba pensar en cuanto amaba a ese argentino y su voz.
Quizás no puedas encontrar el abrazo de alguien o un beso en la frente, o un cariño peludo, o la sensación de sentirte bien en una tienda. Porque para esas cosas, no hay liquidaciones ni precio en rebaja que lo valga.
“Sus ojos seguían así de cerca, sus latidos iban al compás de los míos, y comprendí, de inmediato, que realmente estaba dispuesto a mucho.”
Amores del pasado que se reviven en el hoy y una carta que lo dijo todo. A veces, volvernos a encontrar sirve de luz para guiarnos en el camino.
Una vez más, me hundo en ese vértigo agradable, como aquel que siento al ver a través de la ventana de una avión rumbo a Alemania o Italia o ver la oscuridad en los canales de Ámsterdam o Viena.
Nunca estarás sola aunque no estemos cerca. Aunque tú seas una estrella más en el firmamento, aunque yo me quede aquí esperando a vernos de nuevo.