Mi pequeño,
Cuanto tiempo ha pasado desde la última vez que le escribí una carta a alguien. Sé que nunca la leerás y que aún cuando estabas cerca a mí tampoco hubieses podido. No ha pasado mucho tiempo… nunca pasará suficiente tiempo como para dejar ir tu recuerdo. Eso jamás va a pasar.
Qué curioso es que para los seres humanos nuestra preocupación más grande sea procurar no olvidar lo que queremos, ¿no? Sin embargo, cuando algo es suficientemente doloroso lo recordamos siempre, aunque no queramos.
Siento que ha pasado todo muy rápido. A veces, solo a veces, me olvido de cómo se siente tocarte el pelo, como se sentía estar a gusto con alguien cuando pasábamos horas recostados en el sofá mientras acariciaba tus orejas. Y las tantas veces que la vida me dio golpes duros y a veces deseaba que intercambiáramos vidas.
Hoy lo sigo pensando.
Hubiese querido ser yo quien se fuera antes y darte más tiempo en este mundo para que disfrutaras de la vida, de las siestas por la tarde, de tu amor por correr por el pasillo, por tu emoción al verme llegar y quizás, por esta vez, debas esperar más tiempo para hacerlo. Es que… nunca será la ultima vez que te extrañe como te extraño ahora mismo.
Nunca será la última vez que piense que fui sumamente egoísta, ni nunca será la última vez que me acuerde de tus locuras. Tampoco será la última vez que piense en ti, por que, mal que bien, aún vives dentro de mí y brincas como lo solías hacer al sentirte tan feliz. Recuerda esto bien, pequeño: nunca será la última vez que diga que te amo.
¿Qué le has hecho a este corazón tan burdamente humano?
A veces, cuando veo todo lo que ha conseguido el hombre a través de la historia solía decir ‘somos lo peor que puede existir en el mundo’. Pero tú le supiste dar una razón a porqué somos especiales. Y es que quizás no seríamos humanos si algunos como yo no sintiéramos lo que sentimos cuando tenemos a seres tan especiales como tú alegrando nuestras vidas.
Dejaste una gran huella. Gracias por eso, mi pequeño.
Gracias por hacerme tan humana y gracias por ser tan conejo.
Andrea B.
Simplemente hermoso
Gracias 🙂